Friday, January 28, 2011

La oveja negra

A ver, ya no soy aquel prolífico bloguero que tenía una opinión atinada a todo lo que acontecía en México y el mundo. Pero sus llamadas fueron muy persistentes, y me atrevería a decir necias. En fin, querían conocer mi opinión de Kalimba (que me da asco mezclado con tristeza, que en verdad, todos hablen de eso).

Es como siempre; EL PUTO ESCÁNDALO LIGHT, porque nos dan otra cosa y nos asustan.

Aparte, Kalimba siempre se ha caracterizado por FOTOCOPIAR íconos, para que la gente que no se fija, compre su disco pensando en que es de Lenny Kravitz.


Ahora también le tira a ser todo un activista.

Ahora se cree Mumia Abu Jamal

Por Dios Kalimba, dedícate a otra cosa, donde puedas “conocer” chavitas, ¿por qué no pruebas ser sacerdote?

Gracias por leer

PAZ

Thursday, January 27, 2011

El llamado de ultratumba

Me parece que fue el sábado, la primera vez que sucedió.

La casa (o el palacio como le dicen algunos), estaba en el silencio característico de las 6:00 de la madrugada, cuando algo rompió el silente escenario, no fueron los ronquidos, ni los gatos, ni los ronquidos de los gatos, era una música-navideña-lullaby* que sonaba al fondo, fuera del cuarto, por el ala oeste del palacio. Esa mañana, sólo hubo un poco de extrañeza. Pero nada más, pensamos que podría haber sido la alarma de alguno de nuestros esclavos, ¡digo! Empleados para levantarse a ordeñar a Clemencia la vaca y pasteurizar la leche.

Al domingo siguiente creo que lo volvimos a oír. Continuó extrañándonos.

El lunes a las 6 y fracción de la madrugada, aparte del impedimento natural para abandonar la cama, la cancioncita del infierno, irrumpió el sagrado descanso; al tiempo que pelaba los ojos lagañosos e inyectados en sangre, asustado imaginándome que cuando abriera la puerta iba a ver dos gemelitas de aproximadamente 6 años, paradas con una caja de música proveniente del purgatorio, que lentamente nos estaba llevando a un trance para que las ánimas pudieran poseernos sexualmente y ser el TT en el Twitter de #meviolóuníncubo la mañana del lunes.


Pero no, abrí la puerta y en efecto, se intensificó el volumen. Pero no había nada.

Corrí por los pasillos y las galerías del castillo, nada, en la biblioteca, el museo, el anfiteatro, el taller de taxidermia, NADA, las caballerizas, la fosa de clavados, el laboratorio de criogénesis, el hangar, ¡NADA! “¡Mal rayo parta esa misteriosa melodía!” exclamé, agitando mi puño al viento.

Volví a la cama, y me pregunta la chica Quaker State 2007, con la que duermo; -¿qué era?

-No sé, no encontré nada

-Ooosh, qué miedo.

Pasó un rato y ¡zaz! Volvió a sonar, ahora ella se levantó a buscar… Nada encontró.

Nos resignamos a que el castillo estaba embrujado, ni hablar, ya llamaremos a cualquier exorcista.

A la mañana siguiente. Lo mismo. Volvió a sonar, y veloz cual rayo Mcqueen, la chica yeyé detuvo mi roncadera; -¡otra vez, ahí está!

- vamos –contesté amodorrado,

- ¡no’mbre, sácate! ve tu…

Sólo se escuchaban mis pasos enpantuflados y el crucifijo que temblaba mientras lo traía agarrado con la mano. Pero a diferencia de los días anteriores, ahora, vi un resplandor, no provenía del candelabro parlanchín que tenemos de mayordomo;


venía de un teléfono celular que yacía en un recipiente a lado de unas tarjetas de presentación y una vela.

El celular es un aparato de esos desechables, baratos, que son los que al final, mejor sirven de todas las chácharas súper modernas, ¡que tenía apagado desde octubre de 2010 y se le antojó prender su alarma! Y asustarnos la mierda fuera de nosotros (expresión que no debe usarse en español).

Así que lo apagué y regresé a dormir.

Y a los 15 minutos, volvió a sonar.

Lo azoté, lo metí a la licuadora, al congelador, al microondas, al WC, y siguió sonando, hasta que le quité la pila.

Ya no volvió a sonar.

Espero que nada nos vuelva a molestar, ¡te hablo a ti Nosferatu!

Gracias por leer.

*canción de cuna (pa'l que no le tatacha al idioma del Cheispier).

Wednesday, January 12, 2011

Miércoles, vulgar miércoles.

Me subo al taxi, por cierto un taxi muy elegante, modelo 2009, el chofer vestido con camisa blanca y planchada, bien peinado, candelabro de cuarzo, mayordomo, mimosas, etc.

Se oía de fondo 88.1 FM, el radio de banda corta localizando unidades, hablando con números en vez de palabras, y de repente suena su celular.

De por sí es molesto el sonido del celular cuando estás trabajando, por qué no enriquecer con vitaminas y minerales la molesta melodía del celular, poniéndole la cancioncilla I've got a feeling de Black Eyed Peas.

-Ay, esa rola está padrísima,
-Uf, esa sí prende en las fiestas...
-Ay, los Black Eyed Peas son muy buenos...
Y todas esas opiniones en las que yo discrepo. Me cagan los Black Eyed Peas, y no me da pena admitirlo.

Pero volviendo al punto, esa rola, al igual que la playera negra de la selección y la mayoría de los productos mediáticos, está ridículamente sobreexpuesta; aún así, hay gente que no ha tenido suficiente de la mentada rola y la configura para que le suene en sus tonos.

Bueno al pobre chofer le hablaron, y le hablaron, y le hablaron cerca de unas 18 veces. hasta que optó por poner el celular dentro de la guantera.

Yo imaginaba que era su hija hablándole, porque estaba tratando de reanimar a su madre, que se atragantó con las rabadillas enchiladas que las dos comían; y mientras, el desconsiderado del padre no contestaba ve-tú-a-saber-porqué.

En fin, el chofer, le cambió a la atinadísima estación llamada Amor, el locutor, anuncia la canción "tocando fondo" de don Kalimba y el chofer indignado por estar a punto de escuchar la música de un delincuente, le cambia. Su celular vuelve a sonar.
"Chale, chale, chale (dice Kalimba en sus inicios delictivos)"

El operador del taxi, nunca más volverá a disfrutar su canción favorita.

Gracias por leer, ustedes sí que tienen buen gusto.

Tuesday, January 04, 2011

A 2011 años del nacimiento del mismísimo.

Estoy alarmado.

Estamos todos (sí TOOODOS), a un año del fin del mundo, si los vaticinios apocalípticos no fallan.

Así que venga pues, si el mundo se quiere acabar, que se acabe, yo no he acabado en el mundo.

¡Pueblo! no se angustien, no se dejen engañar ni llenar la cabeza de profecías que hagan que su felicidad y su fluir cotorro por la vida se vea mermada.

Lo único indignante es que el mundo se va a acabar y el Arco Bicentenario todavía no está terminado.

Qué penita.

Gracias por leer
PAZ

Disculpen las molestias

Que mi ausencia les ocasiona.

le sugerimos revisitar este blog en los siguientes días.