Thursday, January 27, 2011

El llamado de ultratumba

Me parece que fue el sábado, la primera vez que sucedió.

La casa (o el palacio como le dicen algunos), estaba en el silencio característico de las 6:00 de la madrugada, cuando algo rompió el silente escenario, no fueron los ronquidos, ni los gatos, ni los ronquidos de los gatos, era una música-navideña-lullaby* que sonaba al fondo, fuera del cuarto, por el ala oeste del palacio. Esa mañana, sólo hubo un poco de extrañeza. Pero nada más, pensamos que podría haber sido la alarma de alguno de nuestros esclavos, ¡digo! Empleados para levantarse a ordeñar a Clemencia la vaca y pasteurizar la leche.

Al domingo siguiente creo que lo volvimos a oír. Continuó extrañándonos.

El lunes a las 6 y fracción de la madrugada, aparte del impedimento natural para abandonar la cama, la cancioncita del infierno, irrumpió el sagrado descanso; al tiempo que pelaba los ojos lagañosos e inyectados en sangre, asustado imaginándome que cuando abriera la puerta iba a ver dos gemelitas de aproximadamente 6 años, paradas con una caja de música proveniente del purgatorio, que lentamente nos estaba llevando a un trance para que las ánimas pudieran poseernos sexualmente y ser el TT en el Twitter de #meviolóuníncubo la mañana del lunes.


Pero no, abrí la puerta y en efecto, se intensificó el volumen. Pero no había nada.

Corrí por los pasillos y las galerías del castillo, nada, en la biblioteca, el museo, el anfiteatro, el taller de taxidermia, NADA, las caballerizas, la fosa de clavados, el laboratorio de criogénesis, el hangar, ¡NADA! “¡Mal rayo parta esa misteriosa melodía!” exclamé, agitando mi puño al viento.

Volví a la cama, y me pregunta la chica Quaker State 2007, con la que duermo; -¿qué era?

-No sé, no encontré nada

-Ooosh, qué miedo.

Pasó un rato y ¡zaz! Volvió a sonar, ahora ella se levantó a buscar… Nada encontró.

Nos resignamos a que el castillo estaba embrujado, ni hablar, ya llamaremos a cualquier exorcista.

A la mañana siguiente. Lo mismo. Volvió a sonar, y veloz cual rayo Mcqueen, la chica yeyé detuvo mi roncadera; -¡otra vez, ahí está!

- vamos –contesté amodorrado,

- ¡no’mbre, sácate! ve tu…

Sólo se escuchaban mis pasos enpantuflados y el crucifijo que temblaba mientras lo traía agarrado con la mano. Pero a diferencia de los días anteriores, ahora, vi un resplandor, no provenía del candelabro parlanchín que tenemos de mayordomo;


venía de un teléfono celular que yacía en un recipiente a lado de unas tarjetas de presentación y una vela.

El celular es un aparato de esos desechables, baratos, que son los que al final, mejor sirven de todas las chácharas súper modernas, ¡que tenía apagado desde octubre de 2010 y se le antojó prender su alarma! Y asustarnos la mierda fuera de nosotros (expresión que no debe usarse en español).

Así que lo apagué y regresé a dormir.

Y a los 15 minutos, volvió a sonar.

Lo azoté, lo metí a la licuadora, al congelador, al microondas, al WC, y siguió sonando, hasta que le quité la pila.

Ya no volvió a sonar.

Espero que nada nos vuelva a molestar, ¡te hablo a ti Nosferatu!

Gracias por leer.

*canción de cuna (pa'l que no le tatacha al idioma del Cheispier).

7 Comments:

Blogger Gabriela/undies said...

Buuuh, ¿no era Nosferatu? Él siempre tan travieso http://www.youtube.com/watch?v=mI75kzO8_zs

12:40 PM  
Anonymous Hna. said...

Qué susto!! Yo pensé que era alguien que venía del más allá y alguna vez malmiraste por impuntual y decidió vengarse despertándote siempre a las 6am.

2:18 PM  
Anonymous Anonymous said...

no mams el mejor relato ever!!!! me mantuvo al filo de mi asiento (leo este blog siempre sobre un WC)reí reí y exoneré y exoneré!

2:44 PM  
Anonymous David el Ñoño said...

Los celulares, aunque los apagues, siguen con la alarma activada.
Si puedes bloguear (malbloguear), al menos deberías saber eso, no?

Que milagro!

3:07 PM  
Blogger Unknown said...

Por fin! mi querido Juan con Miedo, algo digno de leerse, ahora imagina lo que me pasó a mi cuando en vez de lullaby era un gallo, me resistía a pensar que era mi llamado para convertirme en granjera.

9:18 AM  
Blogger Carlos said...

los ronquidos de los gatos hahahahaha y ya en asuntos mas serios esas niñitas de the shining si tuvieron impacto en mi infancia como iconos de el Miedo que le llaman. :O!

12:56 PM  
Blogger Un tal Juan said...

Es en serio... mis gatos roncan como si fueran ogros!

9:25 AM  

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