Tuesday, January 23, 2007

Tu cabeza en mi hombro....

…“Por fin sonó la chicharra, estoy súper cansada –pensó- odio la escuela, y el profe de deportes que nomás no nos deja de masacrar. Pero bueno, ‘orita llego a mi casa y me pongo a ver la tele, porque no le entiendo nada a la tarea de biología y mejor mañana se la copio a alguien…” La niña, caminó en dirección a la estación del Metro, mientras se apartaba de la mancha beige que generaba el grupo de escolapios vestidos con ropa deportiva del mismo color.

Al subir al gran tren, repasó la lista de la tarea, y ¿por qué no? La lista del abarrote que le encargó su mamá. En la siguiente estación, entre empujones, pudo hacerse de un lugarcito para sentarse; y mientras repasaba la tabla del siete, su batalla contra el sueño iba cayendo, hasta que ya no soportó más y Juan Pestañas, la venció. Mientras soñaba con su príncipe azul, por ahí de la estación del Metro Hidalgo, el que podía reunir todos los requisitos para serlo, subió, sentóse a su lado, y…

Y pues me subo al metro para regresar a mi casa después de otro de esos días en los que me entono en mi modo de turista por mi ciudad y me voy con Gabriela (fruslerías) a dar un paseo por el centro y a saciar nuestro morbo, también a aprender nuevos trucos para satisfacer nuestros instintos licántropos.

En fin, fuimos a la exposición de los asesinos seriales de todos los tiempos, desde Erzebeth Bathory hasta Juana Barraza. Pasando por John Wayne Gacy, el gran Albert Fish con su cocina gourmet y el gran artista y decorador de interiores Ed Gein con sus genitales femeninos colgados en la pared (para añadir un toque femenino a su casa), y uno hasta con manecillas de reloj, mecanismo y todo.

Ese día reímos al ver un video en el que Chikatilo sacudía el pene frente a la muchedumbre que clamaba justicia en el tribunal, mientras él ponía sus ojos de loco. Seguimos riendo mucho, a la fecha.
El caso es que la exposición estaba muy educativa. Muy divertida. Si pueden vayan a verla.

Y bueno, el día no terminó ahí. Al menos no para mi, quizá para la mocosa que estaba sentada al lado de mi, repasando la tabla del 7 y la lista del encargo de su mamá; que tuvo a bien encontrar un brazo fornido a su lado para recargarse cómodamente mientras el tren avanzaba y mientras soñaba con aparecer en una novela con Cirilo y Jaime Palillo. Que no tuvo reparo alguno en posar su cabeza en mi hombro, que de por sí brinda consuelo a mis amigas y amigos en los tiempos tristes; que brinda soporte a las amigas y amigos, que, dando tumbos, se sujetan a ellos para que lleguen al baño o a un sillón a reflexionar lo mucho que han bebido. Varias historias guardan celosamente mis hombros, pero nunca había pasado con una desconocida.
No sé cómo debo reaccionar, muchas veces sabemos de alguien que fue manoseada(o) en el metro, pero mi contacto fue a otro nivel. Quizá me topé con una froterista profesional, que mientras descansaba su inocente y relamida cabeza en mi hombro, experimentaba una serie de orgasmos que disimulaba con sonoros ronquidos. No lo sé. De hecho me sigo sintiendo sucio.

Tengan cuidado.

Gracias por leer y por dejar su oportuno comentario (o si eres esa niña, deberías ofrecerme una disculpa, o mínimo invitarme un postre).

Tuesday, January 16, 2007

Auto-clavados

Así nomás iba yo circulando por la calle, para ser exactos eje 5 sur. Preocupábame de cómo iba a entretenerme aquel día invernal, ya tirándole a infernal. Pensando en un lugar apropiado y divertido para llevar a mi chica uno de estos días, y que no se aburra viéndome la carota de menso, Planeando también, un día divertido, con juegos mecánicos, luces y tigres de bengala y algodones de azúcar. Tramando alguna travesurilla para el disco de navidad del Perfecto extraño. Pensando, así, solamente en qué hacer ese día. Ir al cine, ir a algún museo, ir a alguna fiesta escenosa con mi amiga la peque peque, (que para eso es experta). El caso es que no sabía. Era un hecho que estaba aburrido y hasta pasó por mi cabeza el unirme a las estadísticas de los índices de suicidios navideños, al colgarme cual esferita, o más bien piñata de un árbol, no importa si era pino o los restos de cierto árbol en Popotla. No importaba. El chiste es que quería acabar con hartazgo de mi falta de productividad y mi monotonía.

Cuando, el semáforo cambió de nuevo a rojo, y sorpresivamente todos los autos frente a mi se detuvieron, dejándome anonadado y maravillado de lo que vi.


La verdad no me quedé ni maravillado ni anonadado, ni contemplé la suicida imitación de Hussein. Estos peatones miraban con detenimiento el espectáculo que sólo un autolavado nos puede brindar.

Coches enganchados en un riel, automatizado, siendo arrastrados a que la mugre, que orgullosamente portan, sucumba en chorros de agua a presión y trompos de fibras y telas sintéticas que al girar rápidamente, despojan la mugre del coche, como la comunión nos despoja del pecado.

Realmente, algo para ver en familia, como estas personas, que no van como todos a Chapultepec, a Coyoacán o a Ciudad Satélite; ellos prefieren la diversión, el suspenso y la intriga que sólo un autolavado nos puede brindar.

La verdad, agradezco las cosas simples de la vida, y me hacen muy feliz. Pero estos sujetos, están haciendo vérmelas de figurillas para encontrar cosas simples que hacer. Un poco de competencia no mata.

Ojalá alguien conozca o sea alguno de ellos.

Gracias por leer y por dejar su comentario.

Tuesday, January 02, 2007

Festivus, for the rest of us!

En estas fechas, seguramente ustedes, estimados tres lectores (ah no, creo que ya son cuatro!), también se reunen en tertulias sociales, organizan "el brindis", la preposada, la posada, la postposada etc. y la gente bebe y bebe, los suicidios se incrementan (diiicen) y todo lo que conlleva el espíritu consumista, digo, navideño...





Y en mi búsqueda por la fiesta perfecta, y por perfecta me refiero a una recepción como las que otorga el "embajador", a las que va Luis Miguel, en donde hay torres de Ferrero Rocher, un pianista amenizando en un gran pianoforte de cola, mujeres sensuales diciéndome que les encanta disfrutar de Rocher y de mis fiestas, y el sonido de copas de cristal y risas moderadas como ambientación.

O bien, alguna fiesta en donde todos usemos máscaras y capas negras, que para entrar necesitemos alguna clave como: Fidelio, y al final de cuentas sea una hermosa orgía organizada, quizá por el "embajador" o por algún otro potentado excéntrico, mientras un pianista toca con los ojos vendados y las mujeres no vistan más que una pequeña tanga.

En fin, mi fiesta "perfecta" jamás se presentó. Tal vez por eso los suicidios incrementan. No quiero demeritar por esto, a las fiestas y cenas a las que fui invitado, simplemente, quiero decir que nos tienen muy mal acostumbrados en la televisión al presentarnos fiestas así...

O por ejemplo, no recuerdo que en mi graduación de prepa haya habido un baile grupal, ni una apuesta del más popular con sus amigos, para volver a la chica más fea, y por fea me refiero a Rachel Leigh Cook, en la reina del baile (claro que el estándar de fealdad era abismal entre la más fea de mi prepa y Rachel LC).

El punto es que nunca habrá fiesta perfecta, aquí las fiestas son así:

La gente va a una casa o un salón a beber, a ver a sus amigas que tienen la bondad de estrenar sus minifaldas. No les importa que estén apretados cual sardinas en la casa de X, el chiste es juntarse con la gente, tomarse fotos, reír un poco, quizá. Invariablemente, alguien sale lastimado o mojado por el derrame del trago del vecino, o porque tu amiga tuvo a bien escupirte la cerveza después de un chascarrillo. El piso del lugar termina siempre enlodado, se rompe algo, se roban el celular de alguien, el baño de la casa se tapa, y alguien termina en el piso vomitado. O bien hay golpes, o simplemente malas vibras de la gente que no le cae bien a la demás gente.

El chiste es que nos divirtamos en las fiestas. No importa que el tipludo clarinete de Kenny G nos destroce los tímpanos, que "El gran y único SOL" nos cante en español que Santa Claus llegó a la ciudad, o de perdis que Fandango nos interprete a "Los peces en el rio".

Lo bueno es que la temporada está acabando. Un abrazo a todos.

Pásenla bien.

Noche de Paz