Tuesday, January 16, 2007

Auto-clavados

Así nomás iba yo circulando por la calle, para ser exactos eje 5 sur. Preocupábame de cómo iba a entretenerme aquel día invernal, ya tirándole a infernal. Pensando en un lugar apropiado y divertido para llevar a mi chica uno de estos días, y que no se aburra viéndome la carota de menso, Planeando también, un día divertido, con juegos mecánicos, luces y tigres de bengala y algodones de azúcar. Tramando alguna travesurilla para el disco de navidad del Perfecto extraño. Pensando, así, solamente en qué hacer ese día. Ir al cine, ir a algún museo, ir a alguna fiesta escenosa con mi amiga la peque peque, (que para eso es experta). El caso es que no sabía. Era un hecho que estaba aburrido y hasta pasó por mi cabeza el unirme a las estadísticas de los índices de suicidios navideños, al colgarme cual esferita, o más bien piñata de un árbol, no importa si era pino o los restos de cierto árbol en Popotla. No importaba. El chiste es que quería acabar con hartazgo de mi falta de productividad y mi monotonía.

Cuando, el semáforo cambió de nuevo a rojo, y sorpresivamente todos los autos frente a mi se detuvieron, dejándome anonadado y maravillado de lo que vi.


La verdad no me quedé ni maravillado ni anonadado, ni contemplé la suicida imitación de Hussein. Estos peatones miraban con detenimiento el espectáculo que sólo un autolavado nos puede brindar.

Coches enganchados en un riel, automatizado, siendo arrastrados a que la mugre, que orgullosamente portan, sucumba en chorros de agua a presión y trompos de fibras y telas sintéticas que al girar rápidamente, despojan la mugre del coche, como la comunión nos despoja del pecado.

Realmente, algo para ver en familia, como estas personas, que no van como todos a Chapultepec, a Coyoacán o a Ciudad Satélite; ellos prefieren la diversión, el suspenso y la intriga que sólo un autolavado nos puede brindar.

La verdad, agradezco las cosas simples de la vida, y me hacen muy feliz. Pero estos sujetos, están haciendo vérmelas de figurillas para encontrar cosas simples que hacer. Un poco de competencia no mata.

Ojalá alguien conozca o sea alguno de ellos.

Gracias por leer y por dejar su comentario.

5 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Recuerda tu infancia, lo divertido que era estar dentro del coche y entrar al autolavado...pero eso a verlo desde afuera...odd.

Hna.

1:21 PM  
Anonymous Anonymous said...

¿Sabes otra simplicidad que nos hace felices? Perseguir ya sea ARDILLAS en los viveros de Coyoacan, o PALOMAS en Santo Domingo.

A todo esto, ¿que tal si se les quedó alguien adentro mientras sucedía el car-wash? Un perro, un bebé, una bomba... :-O

Un abrazo mi amigo.

7:16 PM  
Anonymous Anonymous said...

jajajaja, puede ser un bebé bomba!
Te mando un beso mi dianita!

Y sí es extrañamente divertido permanecer dentro del coche en un autolavado, por alguna extraña razón.

Es divertido también representar cierta escena de la película Crash claro...

4:15 PM  
Blogger Gabriela/undies said...

Jajajaja esos sujetos se divierten viendo a un coche siendo aseado, tú te diviertes viendo a esos sujetos, touché!

Uno de mis placeres más simples es hacer people watching, sentarme en una banca en algún lugar con varios transeúntes y verlos, así nomás, ver su ropa, su peinado, si van acompañados, siempre debrayo en qué pensarán, qué música escuchan si es que traen audífonos, de dónde vienen, a dónde van, cómo serán sus vidas... como un vouyerismo light jejeje, pero es bastante entretenido, como ver la TV pero inventando el guión al mismo tiempo uy uy uy ya mejor le bajo a mi desmadrito y voy a entretenerme, con permiso, voy al auto lavado a esperar a que pase un coche con un niño bomba (como dirían los Plastilina Mosh).

Kisses n´ kisses!

4:54 PM  
Anonymous Anonymous said...

Querido amigo recuerda que el "PEOPLE WATCHING" es lo chido en Europa y USA...paises por demás primermundistas a los cuales queremos copiar...y lo hacemos con excelentes resultados tercermundistas...jajajaja

9:46 PM  

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