Leche, te, chocoloate
Una muy querida y buena amiga, que para fines de identidad en este blog, se denominará srita. Pavor, volvió hace unos días de Amsterdam. Ella, como se guía por las costumbres de la moralidad y la amabilidad, me trajo un regalo de la mencionada tierra. No era mirra, como llegué a sospecharlo mientras abría su bolsa.
Pero fue más delicioso aún:
Estaba hecho de Melk, hermana de la Malk.
Que toman en esta escuela, donde también tomaban esta leche.
Y así seguí pensando en leches famosas.
Y a mi ni me gusta tanto la leche.
¿Por qué siempre hay una imagen de los Simpsons en mi cabeza?