Thursday, September 17, 2009

Rimas visuales

Compartía con mi buen amigo, cómplice, socio y cuaderno de doble raya (esa expresión la aprendí en Cachún Cachún Ra Ra) una tarde, donde nos dimos a la tarea de mirar detenidamente una carpeta de unas fotos que él tenía de unas blancas a las que trataba.

Lo cierto es que veíamos una carpeta que él poseía de su labor en curso, eran modelos disque triple A como esta…

Esta sí estaba medio gacha

Pasaba una y la criticábamos ya que nuestros cuerpos rostros y coeficientes se jactan de encarnar a la perfección, pasaba otra… otra más.

-Uyyy, esa sí está bien sabrosa
-…Pues gachona, pero ps sí…

Y frases de esta índole compartíamos a lo largo de esas fotos.

Y mientras nos encargábamos de segregar testosterona suficiente en la atmósfera, saltó una imagen que no era igual a las demás anteriores. Lo curioso es que era familiar, demasiado familiar, ¿dónde hemos visto esa foto? La foto traía una carga de latencia hilarante fuerte. Pero ninguno de los dos pudimos ubicarla instantáneamente, pensábamos en ella, explotó la risa, y ubicábamos a cual foto nos hacía referencia.

Finalmente el Perfecto extraño logró ordenar sus ideas, y lo dijo.

-¡No mames! Es como la foto del…

Sería insultante para la modelo decir a quién se nos figuró, pero acá chequen la foto.

Bueno, no me pude resistir, de todos modos me voy a ir al infierno.

PAZ

Gracias por leer

Tuesday, September 08, 2009

Mientras cómanos,

duérmanos
y bébanos,

aunque no trabájenos...
Fíajate que suave

Tuesday, September 01, 2009

La venganza de los Gatos Samurai

El miércoles pasado (de hace muchas semanas, porque este texto lo escribí como dos meses atrás) iba en mi Lamorghini Murciélago a 300 km/hr por las calles de la zona rosa a las 6 de la tarde, camino a ver a la mujer que me compró en una subasta de solteros codiciados en pasados meses, cuando recibí una llamada de dicha personita, que me pedía, por alguna extraña razón, que le llevara pizza con chocolate, que’sque tenía mucho antojo de eso… OK le dije.

Frené aparatosamente quemando llanta y devastando el puestiche de dulces de una viejita pobre, cuando tenía a la vista el expendio de pizzas. No era ni Hut ni Dominó, la verdad no recuerdo el nombre, según yo es la misma pizzería que está en la condesa, donde las rebanadas son cuadradas… (inserte el nombre).

Bueno, a nadie le importa el nombre de la pizzería.

El caso es que le digo al tendero: ¿…tienes de anchoas?

Y el obtuso muchacho cuyo rostro era adornado por unos anteojos gigantes, frunció el ceño, que se ampliaba con el vasto aumento de sus lentes, y dijo (con voz de Juan Topo): ¿de qué?

-De, anchoas, ANCHOAS, tú sabes…

-¿Qué es eso? – replicó como si le hubiera pedido una pizza de aparatos de Golgi.

-¡Anchoas! –reafirmé molesto- ¿qué no viste los Gatos Samurai?

No, él nunca había visto a los Gatos Samurai, nunca había probado el aderezo de la ensalada César, nunca ha comido pizza en un restaurante que no sea donde trabaja o en las de cajón. Él no había.

Mi ticket al infierno ahora lo pone en evidencia: el joven de anteojos es aquel
que no sabe que es una anchoa. ¿Tú creías que tu ignorancia se iba a quedar anónima?

Qué confianza te puede dar un tipo que trabaja en una pizzería que se jacta de ser gourmet, cuando el dependiente no sabe qué rayos es una anchoa. Las anchoas han formado parte de nuestra vida a los que nos gusta la bona pizza.

(suspiro) En fin, sólo quería externar mi temor. No exagero, es miedo, miedo a creer que la estupidez del contribuyente promedio, sea pizzero o sea doctor, está victimándonos día a día. Claro ejemplo son aquellos pocos (más bien todos) los policías que “regulan” el tráfico en alguna tarde lluviosa, por ahí de las 7 de la noche que aún suponiéndose que dirigen el tráfico por algún hechizo malévolo, sólo lo empeoran más (más pior).

Si un pizzero no sabe qué es una anchoa, ¿cómo exigirle al presidente que sepa lo que es gobernar o a la maestra que sepa lo que significa educar?

Gracias por leer

PAZ