Hace unos meses asistimos, mi selecto grupo de conspiradores, al bautizo de la hija de uno de ellos. Nos arrodillamos, nos paramos, nos sentamos, nos arrodillamos, nos paramos, nos sentamos, más de lo que Poncio Pilates inventó y años más tarde institucionalizaría. Siguió el cántico, el baile, y nos dimos fraternalmente un saludo de paz.
Mientras bautizaban a los otros bebés, que gritaban y giraban sus cabezas cuando les arrojaban agua en "su mollerecita", Vi algo que me aterró aún más que el pecado original enjuagado en la pila bautismal.
Yo tengo otras siete pruebas de su falsedad
Porque todavía no registro ante notario mi religión.
Así parece...
Si hubiera sido esto un concurso, tendría colgado un listoncillo azul con un #1.
Encontramos una bellísima literatura.
Debemos notar que a diferencia de los dos apuestos solteros (que sigue siendo un misterio el por qué permanecen solteros) de la portada de este folleto, a los homosexuales (o par de maricotas, que es el término eclesiástico correcto), les censuran la cara porque es demasiado insulto ser homosexual.
En efecto, me horrorizaron los mensajes de los títulos tan absolutistas, tan INCONGRUENTES con el mensaje original de la religión católica y cristiana. Y la gente sigue dogmáticamente todas estas reglas, que no hacen más que dar tristeza.
¿Dónde quedó su amor y respeto por los unos a los otros?
Tal vez fue enjuagado junto con el pecado original.
¡Y cuestan 6 pesos!
Me cago en sus panfletos.
Gracias por leer.
PAZ
Labels: católicos, La gloriosa venida del señor, la paz sea con todos ustedes