Tuesday, June 15, 2010

¡Wórale con el Sgt. Aguafiestas, WOW!

Entrelazo mis dedos y los trueno aventando las palmas hacia enfrente, y abro este humilde blog, sacudo con un soplido el escritorio virtual, poniendo más atención al botón de nueva entrada, el que sacudo con el dedo índice, manoteo para espantar las polillas que empezaban a comerse el papel tapiz del mismo, y azuzo con unos cht! Ushale! A unos vagos que se refugiaban debajo de mi foto de perfil.

Así es, estaba un poco abandonado, el miércoles pasado, encontré en un bar (sí, un bar en miércoles), a mi querido Lalo Montoncitos, quien me tomó de los hombros y me dijo con un tono resignado; “hemos sido muy irresponsables” y sí, lo hemos sido, y de ninguna manera quiero justificar mi renuncia al mundo de la red, lo abandoné momentáneamente por puros sucesos circunstanciales sumados en un espacio tiempo que se les ocurrió converger al mismo tiempo. Creo que a eso le llaman vida.

En fin. No crean que no los quiero, siguen siendo mis consentidos y les mando un pellizco en el cachete cuando les digo esto. No crean que no los extraño, porque a diferencia del twitter y el facebook, al blog sí lo extraño. No crean que me voy a quedar sin opinar del mundial.
Y como probadita, estoy molesto. ¿Por qué estoy molesto? Por la capacidad que tenemos en hacer de algo bueno una cosa desagradable, y me refiero al uso excesivo, desmedido, irresponsable de la playera negra de la selección mexicana. Está bonita, no lo niego, es más, extiendo una felicitación a la diseñadora o diseñador de ésta, pero ¿por qué no tener criterio, no tener responsabilidad, por qué TODOS corrieron a comprar su playera negra y se creen un seleccionado más? Estas explosiones mercadológicas son resultado de que la gente funciona como bestia, y me aterra decirlo, jactándome de estar aparte, pero están muy bien amaestrados por el señor Don Comunismus.

Habrá más de mis opiniones (necias) transmitidas desde mi nueva base de inteligencia.
Mientras, gracias por leer.
PAZ