Thursday, June 19, 2008

Pre-mortem


Según el deathclock.com, mi muerte será el sábado 19 de enero de 2047, eso quiere decir que voy a morir a los 66 años de edad.

Si no fuese fumador, moriría a los 73 años, el lunes 20 de julio de 2054.
Lo cierto es que todavía no sé que escribiré en mi epitafio.
¿Alguna sugerencia?

Si quieren saber la hora de su muerte y hasta cuántos segundos les quedan de vida, visiten The Death Clock, está divertido.

Sunday, June 15, 2008

Bennigan's


Sunday, June 08, 2008

10 cosas que odio de ti ¡2!

Gracias a toda la oleada de comentarios llenándome todas las bandejas de entrada, mensajes de texto, llamadas de presidencia, autógrafos en la calle y peticiones de adopción de sus neonatos, anuncio con gran orgullo, mientras las tarolas y los timbales de mi orquesta fantasma redoblan presentando esta gustada sección, donde básicamente, pongo en evidencia lo sangrón que soy para aquello que llaman: la palabra.
Y sí, sin más preámbulos o palabrerío sin sentido empezamos la segunda lista de las muletillas, dichos, palabras, etc., que se escuchan por ahí, y que producen un efecto disonante y hasta repulsivo en mi cerebrito de reptil.

Sexoso
Cuál es el afán de inventar términos nomás porque no sabemos describir algo. En lo personal, esta palabra me choca, me cae gorda, vaya es como si la palabra se metiera en mi cabeza y ultrajara cada una de mis neuronas (de forma sexosa), y luego se encontrara con mi inmaculado hipotálamo y (de forma sexosa) lo violara. Eso es lo que siento cuando alguien pronuncia esa palabra.
Habiendo tantas palabras para describir ambientes y comportamientos sexuales, como por ejemplo: sensual, sexual, sexy, sexyniños, etcétera, o todos los adverbios o adjetivos. La solución es: ¡No decir sexoso!

Aliviarse
En pleno año 2008, en plena revolución tecnológica, en pleno auge de transmisión de datos vía bluetooth y reproducción de películas en Disney blueray, Una chica me preguntó: “¿Ya se alivió tu perrita?
Digámoslo así, la gente piensa que el estar embarazada es una enfermedad, o más bien, es tan fortuito, que es más preciso el consejo de la madre de Forrest Gump, “…nunca sabes lo que vas a tener”. ¿Una comadre tuvo un hijo, mientras que la otra tuvo… diarrea? Pa’ mí eso es insultante.
Debo reconocer, que esa expresión siempre me ha dado risa, pero no deja de molestarme ni mucho menos, que esté mal.

Cola
Ya que en el camino andamos, esta sí es una aberración. Lo que pasa con la cola, es que sólo una aplicación es la que eriza los pelos escasos de un servidor, es decir, cuando las niñas se refieren a la vagina como cola. Es desagradable in extremis, es de mal gusto, es insultante, es sucio, y es, es… ¡una de las pendejadas más absurdas que he escuchado!
Según Gabriela, es como de niña de escuela pública de Milpa Alta, y estoy de acuerdo. No debe ser nombrada así, ni siquiera tiene sentido, la cola es una continuación de la columna vertebral, en ese caso, sería el coxis lo que deberían llamar así. El chiste es que suena muy mal y hace que el que la pronuncia, pareciera proveniente de una tribu con un retraso cultural y mental significante.

Así o más…
No todo lo que me molesta tiene que ver con ambientes de carencia económica ni cultural. La gente que vive en un nivel socioeconómico medio o alto también tiene unas… ¡que híjole!
Últimamente, se han hecho cotidianas frases, como el “así o más…” o el “no (inserte ejemplo), ¡lo que le sigue!”. Lo cual, no me cae mal, ¡lo que le sigue! Algún día una persona cool, moderna con un montón de gel en el peinado, lo ha de haber dicho (o fusilado de algún lado) y la otra persona lo copió. Y como el chavo fresa promedio tiene muchos amigos en los Starbucks o en el antro al que regularmente va, pues hicieron de esa frase el pan nuestro de cada plática.
Lo peor de todo es que nuestros amigos los publicistas, lo usan ahora para reafirmar sus mensajes y sus eslóganes de frescura, dulzura y sabrosura al México previamente entrenado para no pensar fuera de la caja.
“Leche Alpura deslactosada, ¿así o más intolerante a la lactosa?”

El nuevo chisme de “la Hayek”
Por más que quieras evitar los programas de chismes en televisión, siempre resultas alcanzado puesto que el 80% de los programas de televisión nacional son de chismes. O por otro lado, por más que evites la revista Tevenotas o Teveinovelas, siempre terminas sentado en un escusado o la hojeas en un Oxxo, donde esperas a que tu burrito esté caliente.
Eso provoca que la gente con la que convivimos o con la que comemos los domingos familiares, saquen a colación el nuevo chisme de que Niurka es hombre, que a Fabiruchis lo violaron o que a Chuchita la bolsearon. Pero lo que a mí me molesta y se me hace muy naco, es cuando se refieren a la celebridad con el artículo seguido por el apellido, ejemplo: “La Dalesio”, “La Durcal”, “La Hayek”, suena como a un juego de lotería del infierno.
Yo sé que no está mal. El hecho es que a mí no me gusta. Lo gracioso es que sólo funciona a unos niveles. No llaman a los presidentes así, “El Zapatero”, “El Putin”, “El Hussein”. Pero tenemos que estar pendientes del nuevo chisme de “La Menchú”.

Me anda
Sé que de por sí el idioma es muy rebuscado y que luego no ayuda, porque para decir algo, tienes que emplear demasiadas palabras (a comparación de otros idiomas). Pero hay unas frases que de plano son tan de mal gusto como pegarle a Dios en Cuaresma.
Frases como: “‘pérame tantito, porque ya me anda(…)” Es una de las nacadas más grandes, pero es peor cuando al sujeto “le anda” del baño. ¿Cómo rayos puede tener sentido eso? Andarte del baño es absurdo, es una pifia. Para empezar el baño es un lugar donde hay aguas para limpiarse, exfoliarse y ponerse guapo; también lo usamos como darnos un baño. Por otro lado al sanitario o al excusado, también le llamamos así.
El problema es cuando se usa como “hacer del baño”, que por cierto también detesto la expresión que de por sí igual es un absurdo.
Es bonito escuchar a la gente del campo decir que “le anda de las aguas” o “le anda del cuerpo”. De hecho, tiene un poco de más sentido hacer del cuerpo, que hacer del baño. Pero es algo propio de los dichos campiranos. No los imitemos.

Colorderosa
Por mis ocupaciones, he estado en contacto con listados y muestrarios de todos los matices de colores, y nunca he encontrado alguno que se llame así. Ese color no es el rosa común que conocemos, es un misterioso pantone, un rosa característico que tienen todos los suéteres de las viejitas, al igual que sus barnices de uñas, sus pantuflas, sus chalecitos, etcétera.
Odio que la gente mayor (o adultos en plena vejez) y no tan mayor le diga al rosa, color-de-rosa, como si ésta fuese una sola palabra. ¿Por qué a los demás colores no se los llama así, acaso hay un colordeamarillo?
Un consejo práctico: si el Word, lo subraya con un zigzag rojo, no insistan.

Ójala
Según la raíz de la palabra, ésta deberíase acentuar en la última A, pero la gente insiste en decirla mal. No me pregunten por qué, pero siempre que la escucho salir de la boca de alguna persona, siento que estoy hablando con Carmen Salinas, y ni siquiera la conozco. Quizá vi muchos capítulos de “Hasta en las mejores familias”
Así que para futuras referencias pronúncienlo Ojalá. Ójala y me hagan caso.

‘Ora sí que…
Esta es como una muletilla, es una frasecilla que se escucha mucho, ‘ora sí que mucho pues, seguro a todos ustedes, ‘ora sí que les ha pasado, que escuchan esto cuando están, ‘ora sí que cotorreando con alguna persona, aunque sea ‘ora sí que de la inmortalidad del cangrejo, por ejemplo. Pero tienen que estar ‘ora sí que muy atentos porque a veces es muy sutil, y hay a veces (como dice mi estimada Toña, que para su referencia es la señora que hace la limpieza en mi hogar), que bombardean una y otra vez con el mentado ‘ora sí que…
Según logro entender, se utiliza como una frase que da fuerza a lo que deviene, que más bien es como algo ya dicho, o una frase común que se usa repetidamente. Es decir, como avisarnos que va a decir una frase que está ya muy masticada, pero que no por eso demerita su valor.
El ‘ora-sí-que, es como el hermano naco e ignorante del valga-la-expresión. Aunque hay otras maneras de darle injundia a lo que quieren expresar.

Adal Ramones
Hay cánceres de los cuales será muy difícil librarnos a los mexicanitos, no hay cura para ello. Y uno de esos es el super comediante y líder de opinión Adal Ramones (inserte sarcasmo).
Este tipo, dañó miles de cerebros con su programa, que creo ya salió del aire por obra divina. Pero es muy deprimente ver que el chico fresa promedio, con el peinado mitigado por el efecto de kilos y litros de gel a muchos pascales de tensión, con su playera de Eibercrombi, se lleva los dedos índice y anular sujetos entre ellos, que imitan un ovoide, y lo posicionan delante de su ojo como si fuera un monóculo, si algo no les parece o les sorprende mucho.
O peor aún, disfrazan groserías desvirtuando bandas musicales legendarias que sin deberla ni temerla quedan embarradas en pláticas tan banales, que harían que Syd Barret se revuelque en su tumba. Lo detesto.
Ójala y hubiera un rayo que borrara la memoria de todas las generaciones y olvidarnos de “el Ramones”, porque ¡‘ora sí que Hijo de su Pink Floyd!

Todos los comentarios serán bien recibidos

Y una vez más, gracias por leer.

Paz.