Suda áfrica, suda

Como que me he ido, como que no. Como que los abandoné, como que me olvido de ustedes, no. No deben preocuparse, éste, su humilde y confiable cofrade, sigue en pie, aunque varias cosas hayan intentado detenerlo, tirarlo y escupirle a la cara. Como secreto les cito un extracto de mi “querido Diario” que yo lleno cada noche después de platicarle al señor de la luna sentado en el canto de mi ventana; aunque la dirección y mi credencial de elector cambiaron, sigo siendo el mismo mequetrefe que gusta de escupir en los puentes y meterles el pie a las andaderas de las viejitas pobres.
La cosa es que he tenido muchas ganas de publicar mis interesantísimas opiniones de lo que ha acontecido en el comportamiento de la gente en el mundial futbolero.

Primero la gente actúa diferente, como en vísperas navideñas, se sienten más hermanos, se reúnen y se acaban las palomitas de chamoy en el súper, con el pretexto de ver el partido juntos. No me quejo, me agradan las tertulias futboleras, pero mi punto es que todo el año hablaban pestes de la selección, criticando su incompetencia y su falta, tanto de preparación como de motivación. Y en el mundial, mágicamente, todos apoyamos a las selección, escuchándose los: “ahora sí…” y se infla demasiado la fe en la victoria, para que al final, todo sea igual que siempre.
Ahora, hablemos de cosas más negativas, lo gacho, lo que estuvo y ha estado mal en estos días mundialeros:

La insistencia de la tele a que hagamos sándwich.

Que jugara tanto el Guille.

La mal habida canción de Shakira (qué africano).

El uso desmesurado de la playera negra de la selección.

El repentino patrocinio de todos los productos que ahora son la cosa oficial de la selección.

Que hayan arrestado a León de Zoe, porque es inconstitucional que arresten a alguien que venía caminando.

Entre otras. Seguro habrá más, la copa del mundo todavía no acaba, y mi pronóstico es que ganará Argentina y que eso hará despertar a Cerati.

Gracias por leer

PAZ