un minuto de Juan

...y Juan piensa: “Hace mucho no escribo nada en ese blog mío, Blog! –repite- de dónde vendrá el término? Lo más lógico es que venga de log, en fin, a quién le importa. El caso es que debería publicar algo, pero qué será bueno…
Ah! Ya sé puedo publicar los pormenores de nuestra escapada a Cuernavaca en el cumpleaños del Jano, pero dos de mis tres lectores no conoce al tal Jano, aparte no hay mucho que decir; dos y medio días, dieciséis personas, más de 160 cervezas que tuve a bien contar en el camino de regreso por el maldito ocio, y finalmente dos heridos y una con quemaduras solares.
Pero no, mejor cuento que la otra vez fui a ‘Diálogos en la Oscuridad’ en el Papalote… Pero pues ni vi nada, entonces no hay nada que contar”.

Juan sigue pensando en qué escribir, y mientras, sus vías respiratorias, todavía convalecientes, provocan que tosa, y que recuerde la sensación de fumar un cigarrillo, las ganas lo hacen dudar, pero él decide, “si no se me ha antojado tanto, pa’ qué” (…)

“…Mejor escribo del concierto de Fito Páez, que ni siquiera la gripa pudo impedir que fuera, así externo mi rechazo al bajista con el que se presentó, en ausencia de Vadalá… Pero como dije, a nadie le importa. Y estaba en lo cierto.

“…O podría también publicar una portada de esas que me acercan cada día más al infierno, Todavía tengo algunas de esas…”

Tal vez hoy no, y continúa escuchando la música que puso en la computadora,

“… Mejor hoy ni publico nada, ya vendrán a mí los acontecimientos chuscos, ya me hará reír algo mucho, o lo suficiente, para que sea digno de postearse, ‘postearse’ con razón el Edo siempre me critica, publicarse.
De todos modos hace bastante frío y mi madre no tarda en llamarme a comer.

Si esto fuera un post, agradecería por leer, y me despediría…"