no se parece en nada a Jesus, pero habla como un caballero

En mi cumplimiento de reportero urbano y reportero de Bizbirije, platicaré un poco del día miércoles 13 de diciembre.
La travesía empezó en el transporte público que tomé para reunirme con el señor Lualdo a.k.a. Edo, para irnos en su flamante coche nuevo al concierto de The Killers, pues el acomedido joven, apenas lo había sacado del lote de autos Roberto’s (mentira, el señor Lualdo no apoya las artes del ampa para obtener cosas, aunque en su vida se hayan atravesado alguno que otro CD pirata y haya sucumbido en la tentación…), entonces abordamos su nuevo automóvil, para llegar a nuestro destino. Tras hora y media de transitado y accidentado camino, en el horizonte vimos despuntar la gran cúpula del Palacio de los Deportes. Habíamos llegado a tiempo; ahora la cuestión era que la capacidad del estacionamiento no daba para más, como los botes salvavidas del Titanic, entonces tuvimos que tomar otra medida y dejar estacionado a Silverio Jr. en una cuchillita aledaña.

Entramos pues al palacio, después de una revisión erótica para controlar el paso de armas de fuego, psicotrópicos, grabadoras, o gelatinitas que se atoran en el gañote de los niños mensos.
Debo admitir que nuestros lugares no eran en lugar privilegiado, pero siempre es mejor, a que nomás nos lo platiquen.

Entramos cuando Bengala (una banda relativamente nueva, mexicana) estaba ya en escenario, (por cierto, buenos). Y mientras estábamos en la modalidad de espera, atrás de nosotros una pareja, fiel exponente del conocimiento del mundo del rock, ilustraba a su compañera de lo que es vivir en giras y fiestas dionisiacas, terminando con un: “bueno, me imagino…” Pensé que al voltear me encontraría con alguien del calibre de Mick Jagger, mínimo, lamentablemente ni a Cuco Sánchez (q.e.p.d) llegaba el individuo.

La espera seguía y la cámara se divertía captando a las chicas guapas de la concurrencia y poniéndoles corazoncitos digitales a los de seguridad, para que todos lo viéramos en las pantallas gigantes.

Los Killers a escena. En general estuvo bien el concierto, muy buen escenario y escenografía, pero el lugar que teníamos no era muy favorable para el sonido. De hecho, extiendo una gran queja al Palacio de los Rebotes, su sonido apesta, si no estás en pista, y aún así chafea a veces. (enciendo mi “chavo in” mode) Digamos que no me prendió como yo esperaba, vamos (“chavo in” mode off). La banda muy buena y realmente soy fan, pero hay veces que los conciertos dejan algo que desear, y eso, ya no está tan chido.

En fin, salimos dando pequeños pasitos; aquello parecía un rebaño de vacas haciéndose las payasas caminando chistoso, -reí-. También por ahí había unas chavitas nefastotas que seguían cantando similar a un pito camotero algunas de sus canciones favoritas.

Finalmente regresamos con bien al pacífico estado de México, con un buen –pero no excelente (lamentablemente)- sabor de oídos.
Si fueron, espero que les haya gustado también y que comenten sus opiniones al respecto del evento. Muchas gracias por leer.

Paz