Wanatos pt.2

Pues bien, el sol despuntó el martes y gracias a las cortinas del hotel, parecía que no había salido el sol cuando suena la alarma de Edo y se levanta a darse un baño, mientras yo todavía seguía jetón. Edo sale de la ducha y pone su celular walkman a todo volúmen reproduciendo a Plastilina Mosh mientras se "ponía guapo" y se alistaba para laborar. Mientras yo: jetón.

Ya al salir me despierta y me dice que si lo quiero acompañar a comprar algo pa' desayunar, bueno, va -dije-, me enfundo los pantalones, me calzo los zapatos y me abrigo con mi sudadera. Fuimos al Oxxo (que no sé por qué pululan en provincia, o al menos, eso parece). Cafecito, galletitas, lonchibon, le di su bendición al cachetón y se fue a chambear. Yo porsupuesto que regresé al hotel a continuar mis horas de siesta.

Dieron como las 11 y ya bañado y perfumado, partí a dar el rol por las calles de Wanatos, compré unas pilas para mi aparato reproductor de CD y emprendí mi caminata. Le marqué a mi amiguita Gab, y mientras ella decidía a dónde ir, decidí escuchar un disco tranquilamente en un parquecito que encontré. Elegí Ahí Vamos del maestro Cerati. Me aburrí de estar en ese parque donde no había mas que unas bancas y pasto (dull). Había un parque cerca del hotel -recordé- y me encaminé mejor a ese. Cuando llegué, el disco de Cerati andaba por el último track y encontré una banquita abajo de un árbol.

Cerati terminó. Ahora va Muse con el nuevo disco que no había tenido oportunidad de escuchar detenidamente; Black Holes and Revelations, play. (qué buen disco, por cierto). Una pandilla de palomas bebían en una fuente enfrente de mi, unos chicos jugaban futbol y el mediodía estaba bastante agradable. Unas chicas llegaron al parque a dar vueltas en sus bicicletas, ya me tenían mareado, pero las perdoné porque estaban guapas, fue ahí donde me acordé que las tapatías son pero-que-si-re-bien-guapas! Y estas no eran la excepción. Me habló Gabriela, porfin y quedamos de vernos en x lugar. Fuimos a la Gran Plaza con Edo que había salido a sus horas de la comida. Realmente estábamos sorprendidos con lo bien que están las tapatías!

Después comí con la Gab un super combo de torta ahogada, 3 tacos, y chela por $32! Una ganga! Nos atendió un chavito que fácilmente podía haber demandado a sus jefes por abuso laboral de menores y nos dió la mala noticia de que no había chela, -diantres! Agüita de horchata entonces (una horchata rosa, por cierto, y bien buena). Luego de una lluvia Gabriela y yo nos fuimos a su casa, ahí me dió el disco que escucharía al día siguiente: Juana Molina, Segundo.

Me quedé de ver con el Edo a las 6 en el hotel, llegué tarde y nos fuimos a dar el rol al centro (hay fotos). El centro está chido, catedral, teatro, gente, perredistas, etc. Olvidé que camino al centro se subió una chica al camión que estaba!!! mmmh! Se confirma la leyenda, una vez más.

Volviendo al tema del centro, también hay un plantón en uno de los zócalos alado de la catedral, lo bueno es que eran como 4 ó 5 perredistas en una lona como de 1 x 1.50m, los cuales no molestan, bloquean, ni generan perdidas de dinero. Sólo hablan por medio de un altavóz y ni quien fume a los pobres cuates.

Lo bonito es que nos agarró la tormenta, un verdadero aguacero. Mientras corríamos a refugiarnos, Edo le tiró sus esquites a una viejita pobre que seguro era lo único que comería ese día, condenado muchacho! Seguro la señora le echó todas las maldiciones que se sabía y por ahí un mal de ojo. Pero Edo siempre tiene su ojito de venado! entonces las maldiciones y los hechizos fueron en vano.

Regresamos al hotel en un taxi donde por unos minutos nuestras vidas se vieron tan frágiles como las figuritas de mi tía Tito. Cómo manejan feo los Tapatíos caray! Mojados, subimos al hotel a arroparnos y a tomar cafecito mientras veíamos Family Guy y Los Simpsons.

-Buenas noches, Edo -le dije, y le di su bendición mientras él se retorcía y emitía sonidos como de gato enojado, jjjjjjjjh! jjjjjjjh!

(para que no odien al pobre Edo, la verdad no fue una viejita pobre, era una señora como de 30-40 años, que parecía tener trabajo, la que quedó desesquitada).

Buenas noches.