Aaahh! Extrañas delicias de la vida...

¿Habrá habido una época en la que los sellos disqueros tenían la consigna de destruir a los "artistas" diseñando portadas groseras y grotescas? O realmente los que se aventuraban a sacar un disco creían que mientras más morbo produjeran, más ventas iban a tener? No sé, pero bueno, honestamente yo por morbo, y casi como una purga, yo si compraría este disco.

Pero miren nada más a este quinteto de mujeres (de aquellas que hubieran sido beneficiadas por los $672.00 que subsidia el gobierno del D.F.), cubiertas de crema batida... Qué podríamos decir de esto? para empezar, hoy no voy a tener unas buenas noches con esta maldita imagen en mi mente. Luego, es de muy mal gusto que los diseñadores, fotógrafos y manejadores de ellas dejaran que tomaran esta foto.

Para mi, es una imagen insultante, con una fuerte connotación sexual. Ahora bien, estan cubiertas de algo blanco, que esperemos sea crema batida y además la mujer (a la que yo denomino como "Sebastiana"), la que está hasta atrás con cara de presidiaria, pareciera que es la matrona de sus bitches y está de alguna forma, sometiéndolas para que sonrían.

De hecho, la foto no era así, primero eran las cinco "chicas" con el unguento tapando su pudor (ya un poco caido). Pero se tomaron muchas pruebas, y ninguna les resultaba satisfactoria a las fantasías gerontofílicas, hasta que el fotógrafo, corrió a comprar más menjurje y les puso dos toquesitos en las cabecitas de dos viejecitas (Tss, Tss, voilá!), pero había que balancear los colores y decidió poner una coqueta flor que resaltara sus miradas macabras. Es más, casi se vieron en la necesidad de prescindir de la viejecilla que está hasta la izquierda (a la que denomino como la pobre "Gertrudis"), por su discapacidad dental (o chimuela, pa' los cuates).

En sí, a lo que creo que se refieren por llamarlo "Frivolous Five, Sour Cream and other Delights" es meramente una fantasía gerontofílica de aquella mente perversa que planeó todo. Es un disco que, compitiendo con los Jackson Five, promete un coro de voces celestiales y canciones que hablen de la crema batida y la mayonesa, interpretado virtuosamente.

El dato que no quisiera saber: ¿tenían o no ropas debajo de la crema?

Tampoco me gustaría imaginarlas bañándose todas juntas en esas regaderas como de reclusorio para quitarse la sustancia aquella, mientras un brebaje de crema batida con pelos y vellos resbala por la coladera... (muy tarde!)

Una cosa es cierta, creo que no voy a poder echarle Chanty Wip a mi capuccino ahora, sin recordar esta portada. Es más, me declaro alérgico a la crema batida.

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