BLIZZA

Personalmente. Extraño a estos cuatro pelados con los que solía rockear muy duro.

La historia de esta banda comienza en las calles de Ciudad Azteca donde Helen, comenzaba a desafinar frente a un piano rhodes y hacía canciones que llevaban por título "Pasión Animal", "Oir tu Voz", etc.

Esto, lo llevó a orejas de Germán y le ayudó en los estudios M.D.S., a la nena Helen a grabar unas maquetas para su proyecto (suyo de ella).

Mientras tanto en un proyecto escolar de presentar una obra de teatro, los jóvenes ya mencionados, fueron los indicados para componer la música de la obra. Fue así que Germán y Helen por su parte invitaron a dos amigos que conocían de antes. Helen invitó al bajista Adath con el que ya había compartido escenario; y Germán a Juan Pablo gran amigo de la infancia del sujeto.

Los ensayos de la música de la obra de teatro corrieron satisfactoriamente y sintieron buena química entre ellos.

Cerca de un año pasó y decidieron, debido a una oferta, empezar a ensayar, a tocar y a crear canciones nuevas.

La banda, ya bajo el nombre de blizza, grabó un programa de T.V. que originalmente era para la tele colombiana. Y después de eso tocaron en varios lugares (www.myspace.com/blizza). La banda siguió con el apoyo del público, aunque poco, fiel. Los visitaban en su página, dejaban recados y apoyaban.

Blizza siguió avanzando, pero sentían que algo faltaba. Ese algo era Chente: tecladista. Tras su incorporación a la banda, esta fue adquiriendo un buen sonido.

En ese tiempo, la banda decidió grabar un L.P. en Ring Records. Y se fue grabando con la astucia auditiva del señor Germán.

Pero toda historia tiene fin, y el fin de esta banda llegó, tal vez muy precipitado, chance sin percatarnos de que acababa, sólo llegó y arrancó muchas cosas por las que habíamos peleado (ya me incluyo). Nos tuvo tristes al principio, luego nos tuvo indignados, sismados, inquietos, encabronados, y un montón de sentimientos más.

Lo cierto es que las cosas que nos gustan, generalmente van a costarnos un huevo, pero vale la pena al final. No hay que rendirnos tan rápido.

Paz.